Venezuelan Treasures for Piano Volume 6
C466 Cover
Piano Solo
Moisés Moleiro Ed. Clara Rodriguez
Catalogue number: C466
ISMN: 979-0-57081-466-4
Previous Publisher(s): Previously Unpublished
Series: Venezuelan Treasures for Piano
Price: £9.95
Availability: In Preparation
Grades 4 – 8+

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Rodriguez Clara
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The Series: Venezuelan Treasures for Piano
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Contents

1. Tocata en Do mayor (Toccata in C major)
2. Tocata en Si menor (Toccata in B minor)
3. Tocata en Do sostenido menor (Toccata in C sharp minor)
4. Sonatina No.1 en La menor (Sonatina in A minor)
5. Sonatina No. 2 en Do mayor (Sonatina in C major)
6. Sonatina No. 3 en Re mayor (Sonatina No. 3 in D major)
7. Sonatina No. 4 en Si bemol mayor (Sonatina No. 4 in B flat major)
8. Sonatina No. 5 en La menor (Sonatina No. 5 in A minor)
9. Pequeña Suite para Piano (Little Suite for Piano)
I Aire de Danza (Dance Air)
II Cuento Infantil (Children Stories)
III El Carrillón (The Carillon)
IV Tiempo de Valse (Waltz Time)
V Canción de Cuna (Lullaby)
VI Una Peluca Empolvada (A Powdered Wig)
VII El Señor de la Peluca (The Gentleman with the Wig)
VIII El Clavecín (The Harpsichord)
10. Preludio y Fuga en do sostenido menor (Prelude and Fugue in C# minor)

Editor: Clara Rodriguez

YouTube Video

Toccata in C Major played by Clara Rodriguez.

YouTube Video

Sonatina No. 1 in A minor Played by Clara Rodriguez.

Spanish Translation of the Introduction

“Querida Clara: 

Primero, quiero felicitarte por la maravillosa carrera que estás llevando a cabo gracias a tu gran talento y maestría pianística. Por supuesto, estoy completamente de acuerdo con tu propuesta para esta edición de las obras de mi padre y con cualquier decisión que tomes al respecto. A pesar de no vernos nunca, somos como familia. Y el reconocimiento de mi padre sobre cuánto los amaba a todos ustedes. Cuando pienso en tu madre, me invade la nostalgia. Una persona extraordinaria (como tú). Mi padre sentía un cariño especial por ella. También mi madre. ¡Adelante con esos proyectos tan hermosos! Hazme saber cómo va todo. ¡Besos y un gran abrazo! 

Carmencita” 

Con la hermosa bendición de la hija pianista de Moisés Moleiro, Carmencita Moleiro, Clifton Edition y yo presentamos al público los primeros libros publicados comercialmente de partituras de casi todas las composiciones para piano de Moleiro. 

Crecí escuchando sus grabaciones de varias de sus propias piezas, así como las interpretaciones de Carmencita. Mi madre estudió con el maestro Moleiro durante algunos meses antes de contraer fiebre reumática, enfermedad que lamentablemente la obligó a abandonar sus estudios de música, pero la amistad y el cariño que sentía por la familia Moleiro permanecieron intactos hasta sus últimos días. Conocí al maestro Moleiro un año antes de su muerte (1979) en su casa de San Bernardino, Caracas. Recuerdo que toqué para él su pieza La Fuente y me dio algunos consejos muy valiosos. 

Con esta herencia, no fue sorprendente que mi primer álbum —de 75 minutos de duración— estuviera dedicado enteramente a sus obras. Fue grabado en una de las mejores acústicas del sur de Londres, la All Saints Church, Petersham, Richmond, en un piano Steinway maravilloso. Inicialmente fue producido por el sello ASV. Ahora forma parte del catálogo de Nimbus Records. La elección de este compositor para mi primer CD fue un homenaje a mi madre, Julieta García Giovannetti, y a mis raíces de los llanos venezolanos por parte de mi padre el escritor Argenis Rodríguez. 

De Australasia a Estados Unidos pasando por el Reino Unido y muchos otros países europeos, el descubrimiento de la música de Moisés Moleiro fue una revelación. Hasta entonces, la música clásica venezolana se conocía internacionalmente gracias a la exitosa carrera del guitarrista Alirio Díaz. Con mi primer CD, yo presentaba un repertorio fresco, amable para el oído europeo, pero que contenía una síncopa propia, un juego rítmico, cierta exuberancia, así como melodías originales de carácter melancólico. 

Los Llanos Venezolanos son una región natural que consiste en una vasta y plana depresión equivalente al 26,6% del territorio continental del país, aproximadamente 243.774 km². Tiene dos salidas naturales al mar: el río Unare lo conecta con el mar Caribe y hacia el este accede al océano Atlántico, de forma continua, a través del Delta del Orinoco. El llanero es conocido por ser un hábil jinete que se encarga de todas las labores relacionadas con el ganado y sus derivados, pero también los llaneros son músicos, bailarines y poetas. Los Llanos son la cuna del joropo cuyos orígenes he explicado en mi introducción al Volumen 2 de Federico Ruiz en esta serie. 

Es importante mencionar los principales instrumentos en los que se interpreta la música llanera: el arpa venezolana, el cuatro (instrumento de cuatro cuerdas) y las maracas. 

Moisés Moleiro nació en los llanos, en Zaraza, Estado Guárico, en 1904. 

Su música está permanentemente influenciada por el paisaje llanero, sus lluvias torrenciales y largos períodos de sequía. Creo que su observación de las cosas más sencillas y hermosas de la vida también se refleja en sus composiciones como puntos de partida. Su música se basa en los métodos académicos y clásicos de armonía y contrapunto e introduce elementos de carácter nacionalista y folklórico. En una entrevista en 1933, Moleiro dijo que en su música hay “una forma estilizada y una sublimación de la música popular” de su región. Su música es única, pero nunca evitó expresamente la influencia folklórica. 

En este volumen, Moisés Moleiro (Parte 1), encontrarás sus primeras obras: las Sonatinas, Toccatas, la Pequeña Suite para piano y su Preludio y Fuga en do sostenido menor.  

Howard Smith, crítico de Nueva Zelanda, describió su música como “principalmente animada, alegre y consistentemente melódica. Las invenciones de Moleiro parecen situarse entre el clasicismo del siglo XVIII y algo que roza el romanticismo del siglo XIX, como en la Sonatina en sol menor, Nº 4. En su encantadora Pequeña Suite, esta dicotomía se ilustra perfectamente al comparar ‘Tiempo de Vals’ y ‘El Señor de la Peluca’”. 

Como notarás al interpretar sus piezas, Moleiro consideraba a Bach el más grande maestro universal, sin olvidar su admiración por Scarlatti. A continuación, una historia hermosa, casi mística, y posiblemente una manifestación del genio subconsciente de Moleiro que habla de la profunda conexión que los compositores tienen con sus predecesores, como si la música trascendiera el tiempo y el espacio: 

Moisés Moleiro, estudiante de piano y armonía en la Escuela Superior de Música, y luego colega del legendario Vicente Emilio Sojo (1887-1974), contó que soñó una vez que Domenico Scarlatti se aparecía en la Escuela; que iba vestido de azul con una corbata roja; cabeza redonda, ojos azules, tez sonrosada. “Me pidió que lo dejara tocar, que iba rumbo a Italia. Tocaba de manera prodigiosa. Fui a buscar al maestro Sojo, cerrando la puerta fuertemente para que no escapara. Cuando regresamos, ya se había ido. Salimos del edificio y corrimos alrededor de Santa Capilla buscándolo; por la Alcaldía, yo por una esquina y Sojo por otra. De repente, Sojo me dijo: Pero Moisés, no seas loco, Scarlatti murió hace años. —No, maestro Sojo, lo vi, se lo juro. Cuando desperté, recordé la maravilla de la pieza y de la ejecución.” 

Quizás ese día de 1931, compuso las cinco Sonatinas en una sola tarde. Existía una sexta, pero la arrojó al cesto de basura. Uno se pregunta cómo sonaría esa sexta Sonatina antes de ser descartada… 

Su padre compró un piano en Caracas que fue enviado por mar a Puerto Píritu y desde allí transportado 30 leguas (166,68 km) en una carreta de bueyes hasta Zaraza. El pequeño Moleiro, de seis años, estaba tan emocionado que fue a recibir la carreta en la entrada del pueblo y la acompañó hasta su casa. 

En 1911, Moleiro empieza clases de piano con un profesor español, Manuel Martí Sansón, quien lamentablemente tuvo que dejar el país poco después, dejando al joven aprendiendo de manera autodidacta. A los 9 años ofreció su primer recital público en un evento benéfico en Zaraza. 

En 1917 viaja a Caracas y se inscribe en clases de teoría musical en la “Escuela de Música y Declamación” conocida como Santa Capilla o Escuela Superior de Música José Ángel Lamas, pero por problemas económicos abandona seis meses después y regresa a Zaraza. 

En 1922 vuelve a Caracas y trabaja como pianista de entretenimiento, tocando “música indigna” en cines, algo que le resultaba sumamente desagradable. Afortunadamente, luego obtiene un puesto en el Ministerio de Relaciones Interiores, cargo que mantuvo hasta su jubilación en 1948. 

En 1923 es admitido nuevamente en la Escuela de Música, esta vez en la clase de piano de Salvador Llamozas, quien fue su principal tutor y guía de vida, graduándose con honores. En su programa final interpretó el Estudio Trascendental “Ricordanza” de Liszt, una Fantasía y Fuga para órgano de Bach transcrita por Liszt, un Estudio de Chopin y el Estudio de Octavas de Louis Brassin. 

Entre 1930 y 1933, participó activamente acompañando cantantes y tocando en conciertos solistas y de música de cámara. Una experiencia memorable fue el concierto de 1930 junto al intérprete de theremín Max Walfson. En 1932 fue uno de los cuatro pianistas que participaron en la interpretación del Concierto de Vivaldi-Bach. 

Moleiro siempre incluía algunas de sus composiciones en sus conciertos, junto a obras de Bach, Scarlatti, Couperin, Beethoven, Chopin, Liszt y Debussy. Fue miembro del “Orfeón Lamas”, coro creado en la Escuela Superior, especializado en interpretar compositores venezolanos de la época colonial hasta canciones escritas por estudiantes, incluyendo sus propias obras como “Flor de Mayo”, “Coplas de Campo en Abril”, “Compae Facundo”, “Alborada” y muchas otras. Fue un prolífico compositor de canciones corales a tres, cuatro y cinco voces, así como de música vocal basada en poemas propios, de su hermano Rodolfo Moleiro, Alberto Arvelo Torrealba y poetas europeos como Juan Ramón Jiménez. 

En 1924 escribió una novela, “Figuerita”, publicada en Caracas por Ediciones Fragua en 1946. 

Mis sugerencias interpretativas de las partituras están mayormente entre corchetes, y también he añadido algunas marcas de fraseo que espero resulten útiles. 

Continuaré narrando su vida en Moisés Moleiro Parte 2 de esta maravillosa serie de partituras Tesoros Venezolanos para Piano, publicadas por Clifton Edition. 

@Clara Rodríguez